- Patatas
- Costillas de cerdo partidas en dos
- Un cuarto de pimiento rojo
- Aceite
- Pimentón dulce
- Un ajo
- Un ramito de perejil
Ponemos una cacerola al fuego con una base de aceite. Echamos un cuarto de pimienton rojo bien troceadito y movemos constatemente hasta que esté dorado. Lo sacamos de la cacerola bien escurrido de aceite.
En la misma base de aceite se echan las costillas y se remueven hasta que se frían un poco. Una vez listas, se añade el pimiento, un plato de patatas peladas y cortadas en forma ovalada, se añade sal y media cucharadita de pimentón dulce.
Se deja cocer a fuego lento hasta que la patata esté cocida. A mitad de cocción se pica un diente de ajo y, junto al perejil, se echa al mortero y se machaca hasta que quede como una pasta blanca y verde; entonces echamos un poco de agua al mortero y removemos para después añadir el contenido a la cacerola.
Durante la cocción, vamos probando el caldito por si hubiera que añadirle sal.
No se te olvide, cuando incluyas las patatas, verter agua en la cacerola hasta que las cubra.
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